Películas clave: St. Vincent

Las películas llamadas coming of age generalmente se hacen pensando en un público juvenil, su protagonista por lo regular también resulta ser un joven que va descubriendo el mundo y descubriendo quien es. Son cintas que llegan a generar un impacto positivo en su audiencia, si tienen buena realización obviamente, y que tienen una tradición larga en el séptimo arte. Pero, ¿Dejamos de crecer algún día? ¿Llegamos a comprender el mundo en algún momento?, la respuesta es no, jamás lo haremos, pero el cine olvida a esos personajes de edad adulta que se enfrentan a los mismos problemas y dudas que un adolescente puede tener. St. Vincent es un coming of age para todas las edades.

La trama de la película no es nada novedosa, un viejo cascarrabias, de mal comportamiento y obscuro pasado la hace de niñera de un niño cuyos padres enfrentan un difícil divorcio, y la madre tiene que trabajar hasta tarde para mantener a su hijo. Suena a cualquier película, pero se le añade una temática interesante, el niño, ante una tarea de su escuela católica, propone a Vincent, su vecino y niñera (un genial Bill Murray) como ejemplo de santidad. La película toma un rumbo sobre la idea de las apariencias y la bondad que puede existir en la gente, generando un final redondo y conmovedor. Es una película cumplidora en todos los puntos, pero eso para mi no es lo que la hace una película memorable.

Bill Murray nos regala, con ese rostro inexpresivo que lo caracteriza, una mirada honesta a esa madures que no llega pero el mundo le otorga por tradición a las personas con mas edad. Pero esa práctica miente. La edad del aprendizaje se convierte en algo infinito, y por mas atardeceres que pasen frente a nuestros ojos seguimos siendo seres de dudas y miedos al futuro. Pero acontecimientos como, el cuidar un niño en el caso de St. Vincent, nos pueden levantar la cara y sacar a flote aquellas cosas que hemos absorbido. Entonces ya no somos solo un viejo gruñón sentado en su patio que escucha al mas rabioso Bob Dylan.

Las personas cambian a las personas. Una frase simple pero cierta, en cada acto nos ayudamos a crecer todos. No importa si tienes 15, 30, 50 o 90, siempre tendrás esa oportunidad de mejorar a una persona mejorándote a ti mismo. St. Vincent explora la santidad un concepto difícil de alcanzar en términos teológicos, pero no es difícil serlo para cualquier hijo de vecino.

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Hola, soy Ruben Garcia, docente y productor audiovisual. Mi currículum puede decir muchas cosas, pero la única gran verdad es que me gusta ver películas y hablar de ellas.

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